domingo, 25 de octubre de 2009

El "antídoto" de Dios para la preocupación

Venciendo el Stress

Salmo 23… “Jehová es mi pastor, nada me faltará”

El Salmo 23 es el salmo más querido de la Biblia. Y nos muestra como es Dios realmente. Podríamos decir, que es un retrato de Dios.
El objetivo de este breve artículo es que comprendas cuanto El te ama, y cuan importante eres para Él. Entre más conocemos a Dios, más fácil es confiar en Él.

Estaremos de acuerdo en que: La primera causa del estrés es la preocupación.

Todos tenemos preocupaciones preferidas: Las finanzas, el trabajo, las relaciones, el matrimonio, los niños, la salud...

Hay tres problemas con la preocupación.
A.- Es inútil,
b.- Es irrazonable
c.- No es saludable.

Es inútil porque nunca logra nada y nunca resuelve nada.
Es como ahogarse en un vaso de agua. Es como acelerar el motor del auto mientras estamos detenidos –haremos mucho humo y ruido pero no iremos a ninguna parte. Preocuparse nunca ha resuelto problemas. El preocuparte no puede cambiar tu pasado por mucho que te preocupes. La preocupación tampoco puede controlar tu futuro, pero si lo afecta. Solo nos hace la vida miserable. Es inútil, no funciona.

Es irrazonable.
Exagera tus problemas, hace que un pequeño monte se vea como la montaña más alta del mundo. Sólo hace que los problemas se vean más y más grandes. Entre más repases algo sobre lo que te está angustiando, más grande se hará. Preocuparse por algo que no puede cambiar, es inútil. O sea, preocuparse por algo que tú no puedes cambiar, sería tonto – debes cambiar entonces tu actitud hacia los problemas.

No es saludable.
El cuerpo no fue hecho para preocuparse; no es natural. Cuando tú te preocupas lo que obtienes son úlceras, dolores de espalda, dolores de cabeza e insomnio. Nuestros cuerpos nos fueron hechos para preocuparse. Las plantas y los animales no se preocupan. Los únicos que se preocupan en la creación de Dios son las personas. No fuimos hechos para preocuparnos. Nos hace ser infelices e insanos. La palabra antigua en inglés para la preocupación es la palabra “estrangular” o “ahogar”. Y eso es lo que hace la preocupación, estrangula nuestra vida.

Filipenses 4:6 - No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos.

Tú no naciste preocupado. Tuviste que aprender a preocuparte. Hay que comenzar a practicar para mejorar en esto. La buena noticia es que como la preocupación se aprende; ahora lo que puedes comenzar a aprender, es a NO PREOCUPARTE.


Shalom

1 comentario:

  1. Me gusta,continuamente nuestra vida está llena de preocupaciones y muchas veces justificadas,pero estas no nos dejan avanzar. Pero cuando logramos creer a DIOS, que nos dice que debemos dejar sobre El nuestras cargas ,entonces viene nuestro verdadero descanso y ya nada se ve tan terrible porque con DIOS todo es mas fácil.

    Jennifer.

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Muchas gracias por tu comentario.
Dios te bendiga