
Tú no eres un accidente. Tu nacimiento no fue un error, y tu vida no es una casualidad de la naturaleza. Tus padres pueden no haberlo previsto, pero eso no significa que Dios no lo haya planeado. Él trabaja incluso a través de error humano. Tu nacimiento pudo haber sido un acontecimiento sorpresivo, pero el hecho es que Dios esperaba por ti. No es suerte, ni casualidad, ni coincidencia que respires en este mismo momento. Estás vivo porque Dios te creó, ¡y te creó con un objetivo! La Biblia dice: "El Señor cumplirá su propósito para mí" (Salmo 138:8ª).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por tu comentario.
Dios te bendiga